Para convertirse en un "verdadero hombre" hay que pasar por un largo proceso a lo largo de toda la vida, donde desde niño la masculinidad se va cuestionando a diario, para ser aceptado primero por la familia y luego por la sociedad: se debe tener hombría y tener virilidad.
Esta última palabra, virilidad, es lo que más cuestionamos y que finalmente se le asocia a qué tanto poder fálico uno puede tener. Es así, que siempre se anda presumiendo -curiosamente sólo entre hombres- la capacidad que un hombre tiene para atraer y enamorar a las mujeres y (si se puede) tener éxito en lo sexual, es decir, un performance exitoso.
Para ello es importante el cuerpo, ya que es lo que se presenta, y un hombre verdadero debe mostrarse como fuerte. Este concepto va variando desde ser musculoso, hasta ser físicamente atractivo, pues en lo fálico no entran (al menos fácilmente) la capacidad intelectual, sobre todo en la etapa puberal y adolescente, donde se termina de definir la identidad sexual.
Con el tiempo, se comienza a entender que un verdadero hombre debe tener la capacidad para trabajar y ser proveedor, además de seguir demostrando valentía,fuerza y coraje. No vale quejarse de nada...sino dejas de ser un verdadero hombre.
Mágicamente debemos convertirnos en invencibles e intocables, sobre todo intocables por los demás hombres...y esto entiéndase por ganarse un lugar, ganarse el respeto de los demás y la admiración de las mujeres.
Todo esto, y otras cosas más que luego entraré a explicar con mayor detaller, hace que para ser un Verdadero Hombre se debe ser:
- Fuerte
- Poderoso
- Dominante
- Heterosexual (le atraen las mujeres)
- Viril
- Valiente
- Socialmente aceptado y respetado
- Proveedor
- Estar casado (antes de los 30 años) y tener hijos
- Exitoso
Conclusión: Ser un Superhéroe
Pd: Debo agradecer las largas conversaciones con Mariella Cruzado, de quien pude recoger la mayoría de estos conceptos...es decir, con ayuda de una mujer.
Fotografía: Sólo he encontrado dos superhéroes en mi vida:Mi padre-a la derecha- y mi tío Fernando, quien siempre me apoyó.Pero va por tí viejo.