Consejos, recomendaciones, tips, reflexiones, opiniones y artículos relacionados a sexualidad humana. Todo lo debemos saber y seguir conociendo sobre nuestra sexualidad (la de nuestras parejas). Romper mitos y tabúes. Disfrutar de los placeres. Conocer más sobre las relaciones de género. Y todo con una mirada desde la psicologá clínica. Se desea que adolescentes y jóvenes puedan informarse sobre sexualidad con el derecho a que ellos y ellas decidan sobre sus vidas.

lunes, 26 de julio de 2010

LA FALTA DE DESEO SEXUAL EN LAS PAREJAS



LA FALTA DE DESEO SEXUAL EN LAS PAREJAS: Trastornos del deseo

Por: Dr. J.C. Kusnetzoff

Introducción


Las consultas por “falta de ganas” de tener relaciones sexuales, han aumentado exponencialmente, en los últimos años. Y no son patrimonio de parejas de cuarenta años de edad. También los jóvenes de veinte años, la padecen.

El trastorno se conoce desde hace algunas décadas atrás. Los investigadores en sexología clínica, han insistido en algunos factores que lenta y progresivamente, van incidiendo en la falta de Deseo Sexual. O de trastorno de “deseo sexual hipo activo” como se lo conoce en los principales textos que se refieren a los problemas sexuales.

La presencia de problemas hormonales, se encuentra en la primera fila a investigar por parte de los médicos. No solo la baja de algunas hormonas conocidas, como los estrógenos, la testosterona entre otras, sino también, del exceso de una hormona que suele ignorarse con frecuencia: la prolactina. Hormona que como su nombre indica, se eleva en el embarazo y la lactancia. Pero que también se eleva en el hombre, cuando determinados medicamentos la sensibilizan o el estrés, por factores hoy bastante ignorados, encienden la alarma hormonal. La prolactina –de allí su importancia- baja el nivel de testosterona, provocando la “falta de ganas”, tanto en hombres como en mujeres.

La actividad cognitiva, es decir, el pensamiento moldeado y definido por la acción educacional, juega particular importancia a la hora de buscar y concretar las relaciones sexuales. En efecto, frases que “titilan” en la mente de las mujeres, como por ejemplo: “los hombres siempre quieren eso”, o en los hombres “un hombre no puede fallar nunca”; “tener relaciones sexuales antes de casarse, no es de mujer decente”, o “al hombre le cabe siempre tomar la iniciativa” son frases recibidas en la formación infantil o adolescente, que obstaculizan o impiden la emergencia del Deseo sexual.

Tanto el deseo como la respuesta o conducta sexual del hombre o la mujer pueden verse afectados, cuando algunos de los factores apuntados anteriormente, se potencian mutuamente. El interés por el sexo puede disminuir, ya sea temporaria o permanentemente, y también pueden aparecer las disfunciones sexuales, tales como la falta de erección, o la falta de excitación, la anorgasmia femenina, o la dispareunia (dolor al mantener relaciones sexuales).

La investigación actual muestra en muchísimos casos, que los factores de estrés, entre otros: factores económicos, factores sociales –“corralito”, “corridas financieras”, “quiebras”, “deudas hipotecarias”- juegan importante papel. No son ajenos los factores de relacionamiento: disgustos por discusiones frecuentes, infidelidad de algunos de los dos miembros de la pareja, complicaciones de vivienda frente al crecimiento de la familia, intervenciones quirúrgicas por afecciones banales o graves…..

Pero lo novedoso que deseamos aportar, es que en un número importantísimo de casos, los efectos del estrés, producen baja del deseo sexual, luego de un tiempo alejado de los acontecimientos que hemos esbozado. Y ese tiempo, puede extenderse a dos o tres años. Con un agregado importante. El Deseo Sexual, se manifiesta con una baja importante de la espontaneidad. La espontaneidad en el Deseo Sexual, es patrimonio de la adolescencia y la primera juventud. Pero, luego de acontecimientos importantes y normales de la vida, declina casi en forma definitiva.

La mayoría de los pacientes de ambos sexos, consultan porque baja el deseo sexual. Y quedan esperando las “ganas”, los “ratones”, que antes, espontáneamente tenían. Cuando se les pregunta….”muy bien….usted no tiene ganas….pero, ¿si lo provocan….lo encuentran?”, un porcentaje significativo de pacientes, responde que sí. La terapéutica –entonces- se deduce de la respuesta a esa pregunta.

Encuentros programados varias veces por semana, abrazos, caricias sostenidas, besos apasionados, emitidos y recibidos durante diez a quince minutos, en las camas de todas las noches, en diez días, aproximadamente, restauran la excitación sexual. Muestra evidente de que la “espontaneidad” luego de determinada edad, ha sido reemplazada por la capacidad excitatoria. Independientemente de los problemas hormonales o cognitivos, o educacionales, que deben ser estudiados siempre inciden en la falta de espontaneidad, llevando a conductas de alejamiento, baja de frecuencia sexual, disminución de la autoestima, pensamientos de que “hay otro u otra”, malos entendidos frecuentes que agravan el problema planteado.

Frente al llamado de ausencia de deseo sexual, se impone siempre, una investigación minuciosa de los posibles factores hormonales en juego, la exposición de pensamientos “antieróticos” provenientes de educaciones sexuales ausentes en la mayoría de los casos y detallar si se esperan con ansia, las fantasías espontáneas conocidas como “ratones”. Que a determinadas edades de la vida, muy difícilmente, retornen.

Definición

El deseo sexual inhibido se refiere al bajo nivel de interés sexual que se manifiesta en la dificultad para iniciar o responder al deseo de actividad sexual en la pareja.

Dicha condición puede ser primaria, en la cual la persona nunca ha sentido mucho interés o deseo sexual, o secundaria, en la cual la persona solía tener deseo sexual, pero ya no lo tiene.

El deseo sexual inhibido puede ser ya sea situacional con relación a la pareja: él o ella tiene interés hacia otras personas pero no hacia la pareja, o puede ser general: él o ella carece de interés sexual hacia cualquier persona. En la forma extrema de aversión sexual, la persona no sólo carece de deseo sexual, sino que también puede encontrar el sexo repugnante, repulsivo y desagradable.

Algunas veces, más que presentarse un deseo inhibido, puede existir simplemente una discrepancia en los niveles de interés sexual entre los dos miembros de la pareja, quienes poseen niveles de interés dentro del límite normal.
A veces, alguien puede afirmar que su pareja presenta deseo sexual inhibido cuando, en realidad, la misma persona puede tener un deseo sexual hiperactivo y ser muy exigente sexualmente.

Causas, incidencia y factores de riesgo

El deseo sexual inhibido es una disfunción sexual muy común. Las causas más comunes parecen ser los problemas de relación, en donde uno de los miembros de la pareja no se siente emocionalmente íntimo o cercano a su compañero. Entre los factores comunes se encuentran: problemas de comunicación, falta de afecto que no está asociada con la continuidad en la relación sexual, pugnas y conflictos fuertes y la falta de tiempo para que la pareja pueda estar a solas. Por otra parte, el deseo sexual inhibido también se puede asociar con una educación sexual muy restringida, actitudes negativas hacia el sexo o experiencias sexuales traumáticas o negativas (como violación, incesto o abuso sexual).

Las enfermedades físicas y algunos medicamentos también pueden contribuir a que se presente esta disfunción, en particular cuando producen fatiga, dolor o sensación general de malestar. Las deficiencias hormonales a veces pueden estar implicadas en ello, al igual que condiciones sicológicas como la depresión y el estrés excesivo que pueden inhibir el interés sexual.

Comúnmente los factores dominantes son insomnio o períodos inadecuados de sueño que ocasionan fatiga. Esta disfunción también puede estar asociada con otras disfunciones sexuales y algunas veces puede ser causada por éstas. Por ejemplo, la mujer que no es capaz de tener un orgasmo o que presenta dolor en el acto sexual, o el hombre que tiene problemas de erección (impotencia) o eyaculación retardada, puede perder interés en el sexo porque comúnmente está asociado con fracaso o con una actividad no muy placentera.

Se encuentran en particular riesgo de deseo sexual inhibido las personas que fueron víctimas de abuso sexual o violación en la infancia y las personas cuyos matrimonios carecen de intimidad emocional.

Síntomas

Falta de interés sexual.

Signos y exámenes

Con frecuencia la evaluación médica y los exámenes de laboratorio no revelan una causa física. Sin embargo, se recomienda verificar los niveles de testosterona (la hormona responsable de originar el deseo sexual) tanto en los hombres como en las mujeres, particularmente en aquellos hombres que presentan deseo sexual inhibido. El examen se realiza mediante una muestra de sangre que debe obtenerse antes de las 10:00 a.m., momento en el cual los niveles de hormonas masculinas se encuentran en su punto más alto. Es probable que la entrevista con un especialista en terapia sexual revele las posibles causas.

Tratamiento

El tratamiento se debe orientar en forma individual hacia los factores que pueden inhibir el interés sexual y con frecuencia pueden existir diversos factores.

Algunas parejas necesitarán trabajo de mejoramiento de la relación o terapia de pareja antes de centrarse directamente en el incremento de la actividad sexual. Algunas parejas necesitarán un poco de instrucción sobre el desarrollo de destrezas en la resolución de conflictos y requerirán ayuda para resolver las diferencias en aquellas áreas no relacionadas con el sexo.

El entrenamiento en la comunicación para hablar a nivel de sentimientos, mostrar comprensión, resolver las diferencias de tal forma que refleje sensibilidad y respeto por los sentimientos de ambas partes, aprender cómo expresar la ira de manera constructiva y reservar el tiempo para las actividades de la pareja, el afecto y hablar tienden a estimular el deseo sexual.

Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación sexual, donde a través de la educación y las tareas de pareja puedan expandir la variedad y el tiempo dedicados a la actividad sexual. Es posible que algunas parejas necesiten concentrarse en las formas de poder acercarse sexualmente a la otra persona de una manera más interesante y conveniente y en cómo rehusar una invitación sexual de una forma suave y discreta.

Cuando los problemas en la excitación sexual o en la realización del acto sexual son factores que disminuyen la líbido, se deben tratar estas disfunciones sexuales de manera directa.

Los trastornos de deseo sexual son con frecuencia los problemas sexuales más difíciles de tratar, en especial si se presentan en los hombres. Por lo tanto, se debe buscar asesoría de un especialista en sexo y terapia marital.

Complicaciones

Cuando ambas personas presentan un bajo deseo sexual, el tema del nivel de interés sexual no será problemático en la relación; sin embargo, el bajo deseo sexual puede ser un barómetro de la salud emocional de la relación. En otros casos en los que existe una relación excelente y amorosa, el bajo deseo sexual puede hacer que una persona se sienta herida y rechazada de manera repetida, lo que lleva finalmente a sentimientos de resentimiento y fomenta un distanciamiento emocional final.

Para la mayoría de las parejas, el sexo es algo que estrecha los lazos de la relación o se convierte en algo que separa la pareja en forma gradual. Cuando una persona está menos interesada en el sexo que su pareja y tal problema se ha convertido en una fuente de conflicto y desacuerdo, se recomienda buscar ayuda profesional antes de que la relación se torne más tirante.

Prevención

Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es reservar tiempo para la intimidad no sexual con la pareja, ya que las parejas que semanalmente reservan tiempo para hablar, salir solos a alguna parte y sin los hijos, mantendrán una relación más estrecha y es más probable que sientan interés sexual.

Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que ninguno sienta temor a ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea interpretado como una invitación a tener un contacto sexual.

El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o leer libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de acercamiento. Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas con contenido sexual o romántico también les puede servir para estimular el deseo sexual.

El reservar un "tiempo preferencial" de manera regular antes de sucumbir al agotamiento, tanto para hablar como para la intimidad sexual, estimulará la cercanía y el deseo sexual.

Extráido textualmente de http://www.e-sexologia.com

lunes, 7 de junio de 2010

Disfunciones Sexuales: Vaginismo y Dispareunia


El vaginismo es una contracción involuntaria de los músculos de entrada del conducto vaginal, que muchas mujeres experimentan al tener relnes sles coitales, lo que dificulta y hace dolorosa la penetración. Ese dolor, se lo denomina "dispareunia"
Además, si no hay la excitación sexual adecuada, no se lubrica bien, es decir, no se generan los fluidos necesarios para que el pene entre en la vagina sin causar dolor.

Para las mujeres con este problema el bloqueo psicológico es tal que cualquier idea de penetración desencadena una contracción involuntaria de los músculos de la vagina. Una educación rígida, traumas infantiles, complejos o malas experiencias pueden estar en el origen de este problema, cuya solución pasa por un psicólogo o terapeuta sexual.

Causas, incidencias y factores de riesgo

La falta de formación en cuestiones relacionadas con la sexualidad, fuertes inhibiciones respecto del sexo originadas en creencias religiosas ortodoxas extremadamente conservadoras.

Secundariamente, puede estar relacionado a experiencias traumáticas en relaciones sexuales anteriores, la falta de comunicación con la pareja, agresiones sexuales (acoso o violación), miedo al embarazo, temor a contraer enfermedades de transmisión sexual.

Con menos frecuencia el vaginismo puede ser una reacción a una disfunción sexual en el hombre o a una orientación fundamentalmente homosexual por parte de la mujer. Las mujeres que sufren esta disfunción no sólo la padecen en sus relaciones sexuales, sino también en las exploraciones ginecológicas.

El aspecto psicológico.

Los profesionales en psicología suelen estar capacitados para ofrecer información suficiente a la persona afectada para que sea capaz de desmitificar la relación sexual o superar cualquier temor que pueda tener. Es fundamental hacer un análisis profundo del comportamiento de la mujer y del momento por el que atraviesa para actuar sobre los factores que ocasionan el problema. Es así como se ponen de manifiesto posibles mitos sobre el sexo, carencias de información o experiencias traumáticas que pueden ser tratadas para poner fin al vaginismo.

El aspecto físico.

Existen algunos ejercicios que permiten a la mujer recuperar el control de los músculos peri vaginal. El objetivo de estos movimientos, que precisan de la ayuda del ginecólogo,sexólogo médico o terapeuta sexológico, es saber manejarlos para que la paciente sea capaz de asumir contracciones voluntarias que superen a las involuntarias.

El vaginismo se encuentra en la base de casi el 80 % de los llamados "Matrimonios no consumados".....Muchas veces, matrimonios casados legalmente, tienen esta dificultad durante meses o años y solo tienen satisfacción sexual, con caricias mutuas, penetraciones entre las piernas o en cualquier otra parte del cuerpo femenino, pero nunca penetración vaginal.
Hoy, Siglo XXI, la denominación más adecuada, es de "Parejas no consumadas"

Terapia

Algunas indicaciones generales:

•Es necesario comenzar despacio.
•Generalmente, las pacientes nunca o pocas veces, se han mirado con un espejito los genitales; mucho menos, haberse tocado.
•Las primeras acciones terapéuticas, deben ser justamente, mirarse, durante algunos minutos diariamente.
•Guiadas por el profesional, instituir tocarse, hacer ejercicios pelvianos de contracción y decontracción progresiva.
•Un relajante muscular, con un sedante, puede ayudar.
•Luego de algún tiempo, la entrada del compañero, para mirar y tocar suavemente, es altamente beneficiosa.
•No hay magia alguna, presente desde el comienzo y que lidera -este pensamiento- la resistencia a todo el tratamiento y que motiva, muchas veces, el abandono precoz del mismo.

Fuente: Dr. Juan Carlos Kusnetzoff

lunes, 17 de mayo de 2010

Fetichismo: Una práctica "sana" y "normal"


La palabra "fetiche" se remonta probablemente a la Edad Media, donde "fetiche" era significado de "Hechizo". Justamente, porque en algunos pueblos y culturas se le atribuía a cualidades "mágicas" y "hechizeras" a dterminados y diversos objetos. Ya con el paso de los años, y con la influencia de "la moral cristiana" todo lo mágico y hechizero se relacionaba hacia "lo malo", "lo prohibido"; tan igual como que todo lo referido a la sexualidad era significado de prohibido y malo. Sobre todo cuando en los juegos sexuales se utilizaban objetos para estimular el placer. De ahí la asociación de Fetiche = Algo sexualmente "prohibido".

Es así que durante siglos, todo lo referente a la sexualidad humana y a las diversas prácticas sexuales, en busca del placer y la excitación fueron "prohibidas" y señaladas como comportamientos "anormales" y propios de "psicopatologías".

Hoy en día, prácticas sexuales, que antiguamente se consideraban parafilias o anormales, son consideradas como prácticas totalmente comunes e incluso infaltables en las relaciones sexuales. Por ejemplo: masturbación, sexo buco-genital (sexo oral), sexo anal.

El fetichismo no es algo ajeno a este grupo. Simplemente, el oir una palabra rara y cargada de contenidos sexuales, nos hace pensar que podría ser algo pervertido. Pues eso es algo totalmente errado. Las prácticas fechistas, son parte de los juegos sexuales (previos, durante o luego) del coito sexual. Existen muchos tipos de prácticas fetichistas; pero lo más importante es que las personas que serán partícipes de ellas estén de acuerdo en realizaas. La "magia" está en que nada sea obligado y que todo fluya entre las parejas, despertando así las diversas fantasías que las personas tienen.

Algunos elementos usados por las parejas como prácticas fetichistas son prendas íntimas y lencería (masculina y femenina)o uso de determinada ropa o disfraz, videos pornográficos, etc. La lista es larga e interminable, pues entra todo aquello que son parte de nues, tras fantasías.

El pricipal problema, se podría dar cuando la ausencia o el no uso de estos objetos conlleva a problemas de excitación, es decir, no se produce la excitación adecuada entr personas. Provocando frustración, fastidio y problemas con las parejas sexuales.

Sin embargo, a uno y una sabe hasta donde son sus límites, y los de sus parejas. Considerar experimentar una práctica fetichista, lograr aquella fantasía, puede ser un momento de sumo placer y excitación. Solamente es cosa de conversarlo con sus parejas y dejarse llevar...

¿Qué opinan ustedes?

Imagen: http://www.elle.es

domingo, 9 de mayo de 2010

Cinco pasos para un matrimonio ideal


La mayoría de relaciones se malogra no por las crisis extremas, sino por los pequeños problemas que se acumulan. ¿Cómo mejorar la relación?

El matrimonio no se destruye por una enorme crisis, sino por los pequeños desacuerdos cotidianos que se van acumulando. Terri Orbuch, doctora en psicología de la Universidad de Michigan, identifica cinco pasos para salvar la relación.

Orbuch escribió el libro Cinco simples pasos para que tu matrimonio pase de bueno a grandioso, basándose en una investigación del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, que siguió a 373 parejas durante más 20 años.

El primer paso consiste en tomar conciencia de las falsas expectativas que hay en un matrimonio. La mayoría de las personas cree en estos mitos y, a partir de eso, establecen exigencias que llevan al agotamiento.

El siguiente paso -ya derribados los mitos de la relación- es decir y hacer cosas simples para mantener feliz al otro de acuerdo con sus necesidades. Según Orbuch, la gente busca tres cosas en una relación sentimental: sentirse valorado, conexión y apoyo.

Ellas responden mejor cuando sus parejas dicen algo para apoyarlas, mientras que a los hombres les acomoda más que ellas hagan algo por ellos. Los chicos necesitan más apoyo emocional de sus parejas, ya que ellas tienen muchas más redes sociales en las que sostenerse.

El tercer paso no toma más de unos 10 minutos cada día. Es importante conversar para mantener una fuerte conexión, similar a la que hubo en los primeros años de relación. Sin embargo, se deben tener en cuenta no tocar temas como trabajo, hijos o responsabilidades domésticas.

El cuarto paso debería ser tomar riesgos necesarios para reducir el aburrimiento natural del matrimonio e inventar nuevas alternativas para vivir una sexualidad más satisfactoria o pasar tiempo juntos, manteniendo el equilibrio entre la seguridad y la entretención.

La última recomendación es someter el matrimonio a una “auditoría” rigurosa para revelar los problemas que no se ven a simple vista por ser muy “pequeños”. Hay que hallar los comportamientos “costosos”, como los problemas y las desavenencias, y transformarlos en otros de “recompensa”, que son todas las experiencias positivas.

Copiado de: www.peru21.pe (09/05/2010)
Imagen: http://diariodeiqt.files.wordpress.com/2009/04/un-dia-sin-sexo-1.jpg

sábado, 8 de mayo de 2010

El lenguaje corporal de la seducción

Por: Lic. Ezequiel López Peralta - Psicólogo y Sexólogo

Resulta muy común en mi experiencia recibir preguntas (generalmente de varones) tales como «¿Qué es lo que tengo que decir en un bar o un lugar determinado para acercarme con éxito a una mujer?». La pregunta por el QUÉ indudablemente hace referencia al contenido del lenguaje o lenguaje verbal. Parece que lo buscado es una frase implacable, infalible, una oración que lanzada hacia la “presa” no tenga margen de error. Sin embargo, mi respuesta ante ese interrogante es: No le demos tanta importancia al QUÉ, y prestémosle más atención al CÓMO. Esto implica que en todo caso lo relevante no es necesariamente el contenido del mensaje, sino más que nada el lenguaje corporal con el que acompañamos lo dicho y que es el que le da significado.

En el arte de la seducción, tal como ocurre en la comunicación humana en términos generales, el lenguaje del cuerpo tiene una relevancia que no siempre es considerada en su justa dimensión. Es tanto o más importante que el lenguaje verbal. De hecho, la misma frase acompañada de gestos faciales, de postura corporal y de tono de voz distintos, puede ser interpretada por el destinatario de una manera opuesta. Si me acerco a la dama deseada y le digo una frase maravillosa y original, pero mi lenguaje corporal transmite inseguridad, temor al ridículo y rigidez, no voy a lograr el resultado esperado. Por el contrario, puedo decir una frase “vulgar” pero de manera graciosa, firme y segura, que tendré otro impacto y voy a generar quizás una apertura al acercamiento del otro lado.

Por todo lo que comento, se deduce que en el desarrollo de las habilidades para seducir resulta primordial prestar atención al lenguaje del cuerpo. Es decir:
- A lo que transmitimos.
- A lo que nos transmiten.
- A la relación que se produce en el ida y vuelta de los mensajes verbales y corporales encadenados entre sí de manera circular.

Algunas de esas señales corporales no son conscientes, y de hecho sabemos que son producto de la herencia que recibimos de nuestros ancestros. Por lo tanto, son comunes a varones y mujeres de diferentes culturas y de diferentes épocas. Incluso algunas de estas conductas son compartidas con otras especies de mamíferos. Otras señales son típicas de una determinada cultura (por lo tanto de un tiempo cronológico y un lugar geográfico) o subcultura. Y también están las señales características de un individuo, las aprendemos a lo largo de la historia y de la experiencia personal.

Finalmente, no podemos olvidar las configuraciones y los códigos particulares que se dan en cada escena de seducción entre dos personas. Por lo tanto, la seducción es un fenómeno complejo que integra aspectos bioquímicos, culturales, vinculares y personales.

El lenguaje corporal toma diferentes formas según la etapa del proceso de seducción en la cual nos encontremos. Los mensajes del cuerpo se emiten de manera consciente o inconsciente para llamar la atención, para mostrar interés por una persona en particular, para mostrar importancia y disponibilidad, para acercarse gradualmente y consolidar la relación.

Para poder llevar a la práctica estos conceptos, serán útiles las conclusiones elaboradas por los alumnos y las alumnas de mis talleres de seducción. En algunas ocasiones trabajamos en grupos de varones y mujeres sobre la siguiente consigna: ¿De qué manera los varones y las mujeres manifiestan su interés por otra persona?
Las respuestas que aparecen con más frecuencia son las siguientes:

a) Señales corporales de varones
- Mirar fijamente a los ojos.
- Introducir el abdomen, sacar pecho y estirar el cuello.
- Peinarse o acomodarse el pelo con la mano.
- Prender un cigarrillo y fumar “sensualmente”.
- Intentar llamar la atención junto con los amigos, por ejemplo hablando en voz alta y riendo a carcajadas.
- Pasar por al lado de la mujer y rozarla sutilmente.
- Mostrarse y parase muy cerca o delante de ella.
- Acercarse a la mujer directamente para hablarle.
- Alternar entre ignorarla y mirarla, de manera tal de generarle intriga.
- Jugar con la llave del auto o con el teléfono celular.

b) Señales corporales de mujeres
- Mirarlo sin que él se dé cuenta, y luego algunas miradas breves a los ojos.
- Sonreírle sutilmente o con picardía.
- Ubicarse corporalmente en dirección a él.
- Bailar delante de él, para llamarle la atención.
- Enderezarse y mejorar su postura corporal.
- Cruzar las piernas y sentarse derecha.
- Repasar la pintura de los labios y los ojos.
- Arreglar con la mano la ropa que lleva puesta.
- Sacarse el abrigo y mostrar su cuerpo.

Si analizamos las manifestaciones de interés sexual de varones y mujeres podemos observar que la mujer suele ser más sutil, y el varón más directo. Esto no implica de ninguna manera que el varón es el sujeto “activo” de la seducción y la mujer solamente una mera espectadora. La seducción consiste en un interjuego de señales, más o menos evidentes, entre dos personas. Por lo tanto, la participación de ambas partes es activa, aunque adopte diferentes formas.

La postura corporal típica del varón es de “agrandamiento y estiramiento”. Trata de mostrarse fuerte y poderoso adoptando una postura erguida, “erecta” (valga la metáfora con los órganos genitales), hinchando el pecho y marcando sus músculos.
Una mirada de cazador al acecho y algunos símbolos (denotados socialmente) de poder como determinada ropa, reloj, joyas, accesorios electrónicos y por supuesto el auto, completan la escena.

La postura corporal típica de la mujer apunta a mostrar la sensualidad por medio de las curvas de su cuerpo y la exhibición parcialmente velada de partes en las cuales los varones ponen su atención, como el busto, las caderas, el abdomen, la cola y las piernas. Ciertas posturas corporales, como la de “sirena”, las piernas cruzadas, las caderas giradas con respecto al tronco y el uso de los zapatos de taco alto, corpiños especiales, medias ajustadas, minifaldas y otros accesorios facilitan la tarea.
Imagen extraída de :www.blogseduccion.com/atreiu/files/2009/seduccion2.jpg

Datos personales

Mi foto
Psicólogo clínico. Orientador en salud sexual y reproductiva. Especializado en temas de sexualidad humana. Expositor, conferencista y facilitador de talleres en temas afines. Miembro de la Red Peruana de Masculinidades. Psicoterapeuta de adolescentes, jóvenes, adultos y parejas.