Consejos, recomendaciones, tips, reflexiones, opiniones y artículos relacionados a sexualidad humana. Todo lo debemos saber y seguir conociendo sobre nuestra sexualidad (la de nuestras parejas). Romper mitos y tabúes. Disfrutar de los placeres. Conocer más sobre las relaciones de género. Y todo con una mirada desde la psicologá clínica. Se desea que adolescentes y jóvenes puedan informarse sobre sexualidad con el derecho a que ellos y ellas decidan sobre sus vidas.

sábado, 17 de mayo de 2008

Foro "Masculinidades y violencia de género:¿Atrapados sin salida?" Compartiendo visiones y experiencias

Viernes 20 y sábado 21 de junio del 2008
Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Av. Camino Real 1075 San Isidro - Lima


INTRODUCCIÓN.

La violencia de género no es un problema que solamente compete al ámbito privado. Por el contrario, es la muestra de las inequidades existentes en las relaciones de género en nuestra sociedad. El uso de la violencia es la expresión del poder mediante la fuerza física, verbal, sexual, psicológica, política o económica; afectando de manera negativa la integridad física y/o psicológica en las relaciones interpersonales, o anulando el potencial de realización colectiva si se trata de violencia social o política[1].

Los trabajos e investigaciones de género en tiempos pasados han sido realizados y analizados por mujeres y para intervenciones con mujeres. En los últimos años se busca lograr relaciones igualitarias entre hombres y mujeres. Pese a ello, poco ha sido el trabajo en género y en violencia realizado específicamente con población masculina. Considerando que ser más masculino consiste en tener una serie de cualidades que lo diferencian de lo femenino; ser sexualmente más activo, ser capaz de competir con otros varones, proveer económicamente al hogar y contribuir al bienestar común da prestigio social
[2].

En este contexto, INPPARES y el Comité Interinstitucional del Proyecto MACHO, realizará el foro "Masculinidades y violencia de género: ¿Atrapados sin salida?", el cual busca reunir a diversas personas identificadas e interesadas en temas de género, masculinidades y violencia; para compartir visiones y experiencias; y reflexionar sobre la masculinidad hegemónica como una de las principales causas de la violencia de género.
OBJETIVO GENERAL:
Contribuir a la reflexión sobre masculinidades y violencia en nuestro país, compartiendo visiones y experiencias de campo que permitan promover y fortalecer las iniciativas sobre el tema.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
· Generar debate, reflexión y recojo de experiencias sobre el trabajo en masculinidades y violencia de género
· Motivar la creación de alianzas y redes a nivel interinstitucional, con el fin de trabajar en los diferentes campos de las masculinidades y género, con énfasis en la temática de violencia de género
· Publicar una edición compilatoria de las diferentes exposiciones, participaciones y debates del Foro, con el fin de generar fuentes documentadas para investigaciones en temas de masculinidades y violencia de género.
PÚBLICO OBJETIVO:
Se espera reunir 180 personas que reúnan el siguiente perfil:
Personas que trabajen temas de género, violencia, derechos sexuales y reproductivos
Estudiantes de las ciencias sociales, de la salud y de otras áreas que estén relacionadas al tema de las masculinidades y violencia de género.
Investigadores de las ciencias sociales, de la salud y de otras áreas que estén relacionadas al tema de las masculinidades y violencia de género.
Medios de comunicación en general.

Modalidad de participación: Libre y gratuita, previa inscripción y selección a través de la ficha que se adjunta a este correo. Se recibirán las solicitudes de inscripción hasta el 6 de junio del 2008 al siguiente correo proyecto.macho@gmail.com. Un comité interinstitucional se reunirá para evaluar las solicitudes y comunicar a los participantes su selección

ORGANIZADORES:
Organizadores: Proyecto MACHO - INPPARES
Co-organizan: Comité Técnico Interinstitucional del Proyecto MACHO[3]
Auspicio académico: Escuela de Post Grado de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Auspicia: IPPF / RHO Federación Internacional de Planificación de la Familia
PROGRAMA Y MODALIDAD DEL FORO
Viernes 20 de junio
5:00 pm.m a 8:00 p.m.
Conferencias:
· "Masculinidad y Salud: Estrategias para comprender, atender e involucrar a los hombres en Salud Sexual y Reproductiva - Proyecto MACHO"
· "Experiencias de trabajo y cooperación internacional en masculinidades en la región"
· "Conceptos básicos sobre masculinidades, género y violencia"

Sábado 21 de junio

9:30 a.m. a 12:00 p.m.
Mesas temáticas:
· "Violencia hacia la pareja"
· "Incorporación de una Masculinidad Violenta en Niños, Niñas y Adolescentes víctimas de violencia"

3:00 p.m. a 8:00 p.m.
Mesas temáticas:
· "Expresiones de Violencia entre Hombres: Ejercicio del Poder Masculino"
· "Sexualidad y Violencia: ¿Poder masculino socialmente compartido?"
· "Experiencias con hombres: Abordajes de la violencia desde la salud integral"

Reflexiones Finales:
· "Desafíos para el trabajo en masculinidades y violencia desde los proyectos sociales"
· "Desafíos para el trabajo en masculinidades y violencia desde la academia e investigación"

[1] Miguel Ramos Padilla (2006), Masculinidades y violencia conyugal: Experiencias de vida de hombres de sectores populares de Lima y Cusco. Lima: FASPA/UPCHP
[2] Norma Fuller (2002), Masculinidades Cambios y permanencias. Lima: Fondo Editorial PUCP
[3] Instituciones del Comité Organizador del Foro: Aldeas Infantiles SOS, Proyecto ¡Sí podemos!, Alma Chalaca, AGTR La Casa de Panchita, Amnistía Internacional, Calandria Asociación de Comunicadores Sociales, Centro de Formación Integral, Centro Juvenil Futuro, Instituto Runa de Desarrollo y Estudios de Género, MHOL, Movimiento Manuela Ramos, Programa Clínica del Hombre, PROSA, Universidad Ricardo Palma.
Solicitar ficha de inscripción a proyecto.macho@gmail.com o cmartine@inppares.org.pe

viernes, 9 de mayo de 2008

Los Grandes Ideales del Pene


Lic. Ruben Campero
En estas líneas vamos a referirnos a un órgano que se encuentra en el cuerpo de los varones biológicos, un órgano que tanto ha dado que hablar a esta cultura occidental: el pene. Hagamos un breve ejercicio: primero pensemos en los nombres que se usan para llamar al pene; luego en aquellos que usamos para llamar a los genitales externos de la mujer, la vulva; por último, pensemos en los que se utilizan para denominar al ojo humano, e intentemos darnos un minuto antes de seguir leyendo...


LOS NOMBRES DEL PENE

¿Qué descubrimos a partir de nuestro ejercicio? Es muy posible que hayamos caído en la cuenta de que manejamos más nombres para pene que para vulva y que, por alguna “curiosa” razón existen más expresiones populares para nombrar a los genitales que a otras partes del cuerpo humano.

Al parecer, la carga erógena que los genitales poseen, así como las valoraciones sociales y afectivas que les damos, hacen que proliferen los sinónimos para nombrarlos. Ahora bien, ambos genitales no parecen tener el mismo estatus valorativo, ya que por algo el pene se lleva la mayoría de los galardones a la hora de ocupar un lugar destacado en el lenguaje.

Sigamos ejercitando nuestras neuronas: pensemos ahora en los nombres que conocemos para llamar a una relación sexual... Tal vez algunos nos causen gracia, otros nos avergüencen, y tal vez algunos nos evoquen sentimientos eróticos de diferente intensidad. ¿Qué nos dicen estas diferentes formas de llamar a una relación sexual...?

La mayoría de las expresiones hablan de un coito vaginal entre dos personas, y además de transmitirnos una idea exclusivamente genital, heterosexual y monógama, también indican que concebimos estas relaciones como actos en los cuales siempre está presente el pene: la idea de penetración se trasluce en expresiones tales como “clavar”, “ensartar”, “serruchar”, “ponerla” (1), y colocan al pene como órgano ineludible para concebir un acto sexual.


EL PENE VALORADO

¿Qué moviliza este órgano, para que las distintas jergas lingüísticas lo recojan de tan diversas maneras? Para muchas producciones culturales, entre ellas el lenguaje, el pene ocupa un lugar preponderante. Históricamente, los cultos fálicos en Egipto, Grecia y Roma, entre otras civilizaciones, nos hablan de la importancia que muchos pueblos han dado a este órgano, como símbolo de fecundidad y “potencia” sexual.

En la educación que se recibe en la familia, los varones desde que nacen aprenden a valorar su pene de forma particular. El órgano frecuentemente es celebrado y festejado, por ejemplo cuando se le cambian los pañales al bebé y manifiesta erecciones o micciones sorpresivas, o mediante bromas sobre el tamaño del pene del recién nacido en un intento jocoso de establecer patrones hereditarios diciendo que “es igualito al padre”.

No falta por cierto algún padre o madre que juguetee con el pene de su hijo y le diga “¿para quién es esto? ¿para las nenas?”, en precoz y compulsivo entrenamiento no solo en la valoración del pene, sino también en la enseñanza de la heterosexualidad como valor propio y exclusivo de la masculinidad hegemónica.

Conforme crecen, los varones toman contacto con un mundo lingüístico en donde el pene ocupa el lugar de objeto deseado y símbolo de poder, y por tanto como herramienta para producir no solo “el” placer de muchas personas, sino también distintas formas de sometimiento.

El niño se socializa en un lenguaje donde el pene aparece no solo en expresiones eróticas, sino también en diferentes formas de insulto y degradación que colocan a otras personas en el lugar de penetradas por ese pene con poder, de maneras reales y simbólicas. Ejemplos de esto aparecen en expresiones como “hoy el jefe me sentó en la máquina”, o “me están cogiendo (2) con la cuota del banco”, o “éste se la come doblada”, etc., etc., etc. Ese poder que simboliza el pene, lo que llamamos falo, muchas veces aparece en dichos y prácticas cotidianas, en expresiones de poder aparentemente alejadas de la sexualidad.


EL PODER FÁLICO TIENE SUS COSTOS

Este poder no resulta gratuito para quienes portan el pene: tener ese órgano valorado por la cultura requiere estar a la altura de las expectativas. Parece que hay que tener un pene de determinadas dimensiones y hacerlo funcionar siempre con erecciones potentes y perdurables para dar cuenta de la “potencia”. Es necesario penetrar para “plantar bandera” en aquellos terrenos colonizados en nombre de ese poder fálico y, por supuesto, para alejar fóbica mente la temible amenaza de terminar siendo el cuerpo penetrado por otro pene. En definitiva, estar “siempre listo” más allá de los deseos y afectos específicos que ese varón esté viviendo.

La educación sexual falocéntrica recibida por los varones hace que habitualmente se construya una idea de desempeño sexual exitista, cuantitativa y competitiva, centrada en la erección y la penetración. Esto provoca que muchos de ellos queden, en realidad, vulnerables ante cualquier “falla” que puedan vivir, y hace que consulten angustiados para que se les “reestablezca” ese funcionamiento más bien automatizado, o para agrandar las dimensiones del pene y así estar a la altura del modelo idealizado que han construido en sus cabezas.

La industria se nutre de estas inseguridades masculinas y las refuerza con la publicidad, y está también “siempre lista” para ofrecer miles de tratamientos rápidos con los cuales recobrar la potencia y aumentar los centímetros con cirugías, cremas y aparatos fantásticos y prometedores.

Los costos de portar un órgano tan idealizado hacen también que muchos varones construyan una imagen corporal parcializada, por lo que las relaciones sexuales solo involucran la zona pélvica en detrimento del resto del cuerpo. Esa imagen impide la erotización de toda la piel para “sentir” y entregarse al encuentro, ya que “entregarse” se relaciona con la “pasividad”, y para el portador del órgano activo y poderoso esa empresa parece estarle vedada.

Aún así, poco a poco van manifestándose varones que se rehúsan a seguir pensando que su sexualidad solo pasa por lo que tienen entre las piernas, que intentan explorar las zonas erógenas de todo su cuerpo, que se animan a viajar por otras posibilidades de erotismo. Son varones que ponen entre paréntesis las exigencias del poder fálico, para lanzarse a vivir una sexualidad más humanizada e integradora.


Lic. Ruben CamperoPsicólogo – Sexólogo – Comunicadorrucabal@adinet.com.uy

Montevideo - Uruguay

Artículo publicado en Revista “Factor Solidario” , Montevideo, Mayo 2007

(1) Expresiones propias de la jerga popular rioplatense para referirse a una relación sexual.

(2) También en la jerga rioplatense la palabra “coger” se utiliza para llamar al acto de penetrar.

Datos personales

Mi foto
Psicólogo clínico. Orientador en salud sexual y reproductiva. Especializado en temas de sexualidad humana. Expositor, conferencista y facilitador de talleres en temas afines. Miembro de la Red Peruana de Masculinidades. Psicoterapeuta de adolescentes, jóvenes, adultos y parejas.